5 ideas de Stay Magazine para transformar tu terraza este verano

5 ideas de Stay Magazine para transformar tu terraza este verano

Cuando llega el calor, la terraza deja de ser solo un espacio al aire libre y se convierte en el epicentro de la vida veraniega.

Allí ocurren las charlas sin prisa, los atardeceres que se disfrutan en calma y esas noches que parecen alargarse sin límite. Con la sombra adecuada, los tejidos ligeros y una iluminación suave, cualquier terraza puede transformarse en un escenario de bienestar.

Prepararla para la temporada es un gesto de cuidado. Con unos muebles cómodos, cojines frescos y un par de detalles bien pensados, se consigue un rincón íntimo y acogedor que invita a compartir y a disfrutar del verano con lo esencial. Con estas ideas para transformar el espacio al aire libre, inspiradas en un artículo de Stay Magazine, aprenderás a sacar el máximo partido a las terrazas en la temporada estival.

1. Plantas: naturaleza que transforma

Las plantas no solo decoran, aportan vida. Verde, color, frescura y un aire más relajado llegan con cada maceta. Ya sea en un espacio amplio o en una terraza reducida, siempre hay lugar para integrar vegetación. Los jardines verticales —cada vez más presentes en 2025— son una solución práctica y estética para quienes buscan optimizar espacio, añadir intimidad y refrescar el ambiente.

El truco está en combinar especies: aromáticas resistentes como romero o lavanda junto con flores de temporada como los geranios. En zonas sombrías, helechos y plantas frondosas mantienen el equilibrio. Todo ello acompañado de estantes flotantes o macetas colgantes que den ritmo y movimiento al conjunto.

2. Textiles: el poder de lo sutil

Nada cambia más la sensación de un espacio exterior que los textiles. Cojines mullidos, alfombras de fibras naturales o mantas ligeras transforman un asiento cualquiera en un rincón que invita a quedarse.

En decoración de exteriores, los tejidos naturales siguen marcando tendencia: lino lavado, algodón o lonetas suaves en tonos neutros y empolvados crean una atmósfera ligera y serena. Las fibras vegetales como el mimbre o el ratán siguen aportando calidez y un aire artesanal.

3. Colores: una paleta que respira calma

El color es decisivo. Una base de tonos neutros —blancos rotos, arena, grises suaves— aporta amplitud y serenidad. Sobre ella, pequeños toques de color estratégicos (cojines terracota, una manta estampada, una pieza en azul profundo) añaden contraste sin sobrecargar.

La clave es conseguir que los colores acompañen la calma y no compitan entre sí, creando un espacio equilibrado donde descansar la mirada y el cuerpo.

4. Iluminación: atmósferas que envuelven

Con el atardecer, la terraza se transforma. La luz tenue es la que marca el ambiente: guirnaldas colgadas, velas con citronela para mantener a raya los insectos, faroles de suelo o lámparas solares que se encienden solas al anochecer.

La iluminación correcta no solo prolonga las veladas, también dibuja espacios sin necesidad de paredes, envolviendo el exterior en un clima íntimo y acogedor.

5. Los detalles que cuentan

En última instancia, lo que convierte una terraza en especial son los detalles personales. Esa lámpara que enmarca la sobremesa, la planta que perfuma el aire o el textil que te acompaña en las noches frescas. No se trata solo de decorar, sino de crear un espacio que hable de ti y se viva como una prolongación natural del hogar.